Las perlas son casi tan antiguas como la Humanidad y las mujeres las han adorado en todas sus versiones. Collares, pulseras, anillos o pendientes con perlas forman parte del universo femenino.
Las perlas fueron de las primeras joyas que en la antigüedad usó el hombre para adornarse, ya que podían extraerse con relativa facilidad y no era necesario trabajarlas para acentuar su belleza.
A lo largo de la historia esta gema orgánica ha sido muy valorada y se ha convertido en una metáfora de algo raro, fino, admirable y valioso. La costumbre de adornarse con perlas tuvo origen en Asia desde donde los fenicios la propagaron por Europa.
Ya en Mesopotamia, hacia el 5300 a.C. se constata la pasión por las perlas en el seno de civilizaciones asiáticas.
En México, la comercialización de las perlas data de la época prehispánica, por parte de los Mayas y Mexicas, quienes utilizaban las perlas y el nácar de las ostras para adornar sus altares religiosos, así como para adornar a los nobles.
Las perlas además de un capricho son una inversión. Un legado que perdura en el tiempo y pasa de madres a hijas.
En nuestra subasta de otoño podrá encontrar una gran variedad de joyas con perlas cultivadas y por supuesto también podrá elegir la pieza que desee lucir en su día a día o para una ocasión especial.
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