El arte y los objetos históricos son testigos silenciosos del pasado, piezas que
resguardan historias, tradiciones y el esplendor de las épocas que les dieron vida. En
esta subasta, reunimos una extraordinaria selección de obras que reflejan la maestría
artística y la riqueza cultural de diferentes periodos, con especial énfasis en la pintura
y arte sacro novohispano, el academicismo del arte europeo del siglo XIX y sobre la
historia del México decimonónico.
Iniciamos la subasta con la sección de marfil que presenta un exquisito tarro alemán decorado con
una escena bacanal (lote 11), testimonio del refinado trabajo escultórico en esta delicada materia.
Dentro de la pintura religiosa, sobresale la maestría de Cristóbal de Villalpando (lote 39), una imponente
Virgen Dolorosa que resplandece con la luz etérea característica de su obra. Después le acompaña
un Divino Rostro de Juan Correa (lote 40), donde la devoción se encuentra con la destreza pictórica.
También figuran importantes exponentes de la escuela novohispana como Nicolás Rodríguez Juárez
(lote 45), José Mariano Farfán de los Godos y Miranda (lote 46) y José de Alcíbar (lotes 34 y 47), cuyos
lienzos son reflejo del fervor y la tradición artística de la Nueva España.
La colección de la Familia Carral Cuevas enriquece nuevamente esta subasta con piezas de gran
valor histórico y estético, como sus vírgenes de los siglos XVII y XVIII, así como un excepcional
frontal de altar de los siglos XVIII y XIX (lote 72). Destacan también una serie de litografías coloreadas
sobre México de John Phillips (lote 98), que capturan con detalle la vida y el paisaje del país, y un
biombo con óleo sobre tela de Germán Gedovius (lote 107), fusión de la tradición pictórica con el arte
decorativo.
En la sección de paisaje y retrato, encontramos obras de artistas que marcaron la estética de su
tiempo: un paisaje de Giuseppe Canella (lote 113), el virtuosismo de Manuel Serrano (lote 121) y la
presencia de grandes maestros como Antoine Coypel (lote 127), un impresionante óleo atribuido a
Juan Cordero (lote 135); así como la refinada pincelada de Édouard Pingret (lote 139), testigos de la
evolución del género en México y Europa.
Finalmente, en artes decorativas, la subasta ofrece piezas de gran exquisitez, como la Dourga
criselefantina (lote 157) y, dentro de la sección de Historia de México, presentamos la obra litográfica
de Carl Nebel sobre la guerra entre México y Estados Unidos (lote 230), junto con una emblemática
medalla miniatura de la Orde de Guadalupe (lote 240), símbolos de un pasado que aún resuenan en
la memoría nacional.
Esta subasta es una invitación a viajar en el tiempo a través del arte y la historia, una oportunidad
única para coleccionistas y apasionados por el legado cultural. Cada pieza aquí presente no solo
encarna el esplendor de épocas pasadas, sino que también ofrece la posibilidad de formar parte de
su continuidad.