El nogal y el roble han jugado un papel clave en la historia del mobiliario francés.
El nogal es famoso por su color marrón oscuro, cálido y uniforme, llegando a presentar vetas. Su grano pequeño lo hace ideal para tallados complicados y
acabados suaves, detalles claves en los estilos decorativos como el Luis XV y el Luis XVI. Durante
el Renacimiento, esta madera se volvió un símbolo de estatus, utilizado en muebles lujosos como
escritorios, armarios y mesas. Además de su elegancia, su fuerza y estabilidad logran un buen
balance ideal para piezas que combinan el arte con la funcionalidad.
Por otro lado, el roble es una madera robusta y de color claro que puede variar entre una gama
de marrones desde el dorado al blanco plateado con el tiempo. Fue muy utilizado en muebles
góticos, renacentistas y principalmente en el estilo Enrique II, resultando invaluable para la
creación de piezas duraderas como mesas, bancos y gabinetes. Su textura profunda hace que
las juntas de mortaja y espiga sean ideales para acabados rústicos y carpintería tradicional.
La combinación de ambas maderas encarna un equilibrio entre funcionalidad y estética refinada.
Mientras que el nogal ofrece lujo en el diseño de muebles, el roble proporciona durabilidad y
longevidad. Juntas, estas maderas han dado forma a la rica tradición de la artesanía francesa,
dejando un legado que sigue siendo atractivo y fructífero hasta el día de hoy.
En Morton Subastas, buscamos que cada uno de los componentes y detalles de nuestro
mobiliario, traído desde las lejanas tierras francesas, estén elaborados con los mejores materiales
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