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Oportunidades 1080



Cada semana ponemos a su disposición una selección de diversos objetos como: porcelana, cristalería, platería, mobiliario, obra gráfica, pintura, escultura, antigüedades, vinos y destilados que podrá adquirir desde la comodidad de su hogar.


¿Cómo subasté mis bienes en una casa de subastas?

Ha sido una aventura apasionante, el ser testigo del poder de Internet para unir a la gente a través de un contenido que puede ayudar a las personas de mil maneras posibles. En estes caso, estoy sorprendido cómo el Internet me ayudo a mí a vender candelabros, mobiliario y muebles viejos de mis padres de forma segura, transparente y confidencial.

Me acuerdo que me encontraba en una situación económica difícil, tenía que operar a mi hija de cinco años y no contaba con el dinero suficiente, pues era una intervención a corazón abierto. De pronto, me encontraba buscando en internet una forma de obtener dinero de una forma u otra… Había consultado con los bancos, pero el préstamo que me ofrecían no alcanzaba a cubrir la cuenta; además, los intereses estaban altísimos.

De pronto vi un anuncio de una casa de subastas, en donde estaban abiertos a recibir muebles, cuadros de arte, cristalería, platería, relojes y joyería para ofrecerlos en subasta. Recordé que en la casa de mis padres---ya fallecidos--- , había muchos muebles y artículos viejos de todo tipo. Me llamó tanto la atención, que llamé de inmediato y me atendieron de una forma fabulosa y muy privada

Estaba sorprendido, ya que cuando fueron a la casa de mis padres, me dijeron que podían consignar todo y que, tratarían de obtener el precio más alto en subasta. Me explicaron los especialistas de forma sencilla que, una vez que la pieza es valuada, se obtiene una cotización de ésta, a fin de que tenga un precio de salida con el cual va a participar en la subasta. Ahí es cuando---me indicaron--- comienza la puja en la subasta.

En primer lugar, yo estaba sorprendido que ellos quisieran subastar todos aquellos muebles viejos y artículos un poco dañados con el paso del tiempo… No obstante, yo me encontraba muy feliz, pues algo que consideraba que no valía nada y me estorbaba, resultó ser algo que tenía un estimado de valor alto.

Una vez que se llevaron mis muebles, me dieron fecha para la subasta en la que yo estaba inscrito con mis artículos. Así que llegó el día de la subasta, yo me encontraba un poco nervioso porque no sabía que iba a pasar realmente. Me acuerdo que el evento empezó con una colección de relojes--- que se parecían mucho a la de mi papá---. Yo estaba impactado porque empecé a ver cómo las personas pujaban, una y otra vez, elevando así el precio de los mismos, hasta el punto de quintuplicar su valor… Wowww, no dejaba de sonreír y desear que mis piezas tuviesen la misma suerte.

Sin más preámbulo, llegaron mis artículos y comence a sudar frío, pues no sabía que iba a pasar con todos ellos. De inmediato, el martillero comenzó a ofrecer las piezas y, una a una, se fueron subastando. ¡No podía creer cómo se elevaba el precio de cada una de las piezas a cada segundo por medio de las pujas, yo estaba sumamente emocionado por esa adrenalina que aun hoy no puedo alcanzar a describir…!

Yo sólo me acuerdo que el tiempo se fue rapidísimo a través del golpe certero del subastador al decir: “vendido al C. de la paleta número…”. De repente, todo había acabado y mis muebles y artículos viejos ya eran historia. Resultó que todo lo que me estorbaba me había ayudado a pagar la operación de mi hija, y lo mejor de todo, que no tuve la necesidad de endeudarme con el banco.

Definitivamente pienso que en las casas de subastas, no sólo se trata de pujar y vender, sino que se debe de contar con personal excepcionalmente amable y profesional como lo tienen en Morton Subastas. Eso hace la diferencia, el valor que le imprimen a su servicio, yo diría que es lo mejor de todo…

Hoy me enteré que la próxima subasta de Morton es con la Fundación Dondé, definitivamente asistiré sin duda, estoy seguro que voy a encontrar algo muy especial que llevaré a casa…